1.- IDENTIFICACIÓN
DENOMINACIÓN
IGLESIA DOCTRINERA DE SUTATAUSA
OTRAS DENOMINACIONES
CLASIFICACIÓN
ARQUITECTURA
DATOS CRONOLÓGICOS
1600
AUTORÍA
Orden de poblamiento LUIS HENRÍQUEZ; albañil JOAN GÓMEZ DE GRAJEDA
PAÍS
COLOMBIA
DEPARTAMENTO / PROVINCIA / ESTADO
CUNDINAMARCA
LOCALIDAD
SUTATAUSA
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2.- GEORREFERENCIACIÓN
Coordenadas Google Maps:
Latitud: 5.1447
Longitud: -73.5108
Imagen aérea vertical / Plano de Localización
Imágenes
3.- DESCRIPCIÓN
PUEBLO DE INDIOS
En el caso de Sutatausa hubo órdenes de poblarlos en 1560 (Tomás López, quien asignó el lugar) y 1593 (Miguel de Ibarra), fecha en la que se verificó que existía el sitio de Suta y otro sitio de Tausa. En Suta había una precaria capilla, que no se había reemplazado por el nuevo templo en 1600, razón por la cual fue multado el encomendero, aunque este declaró que ya tenía contratado un albañil por tres años para que hiciera primero el templo de Tausa y luego siguiera con el de Suta. Ese año el visitador Luis Henríquez ordenó que se juntaran los indios de Cucunubá, Bobotá, Suta y Tausa a vivir juntos en un sitio, al parecer más cercano a Cucunubá, para lo que nombró un poblador. Sus instrucciones al respecto del trazado consistieron en que delante de la iglesia se trace una plaza de 60 metros de lado o lo que conviniere “conforme a la comodidad del sitio para plaza”, las calles serán de 4,9 metros de ancho “derechas, limpias y desyerbadas” y las manzanas de 65,6 metros de lado. Diligencias posteriores dan cuenta de que los indios de Suta permanecieron en su lugar original y que la iglesia se construyó siguiendo las instrucciones que Henríquez dejó al albañil Joan Gómez de Grajeda el 2 de agosto de 1600. Debía ser un templo con única nave de 47 metros de largo incluyendo la antecapilla, 11,7 metros de ancho exterior y 4,9 de alto desde el ras de la tierra, tapias de tierra con cimientos en piedra, cubierta de tosco con sus nudillos y sus tirantes de dos en dos, encañada y entejada; la nave debería tener cuatro ventanas laterales altas y una sobre la entrada que da sobre el coro, se sostenía por once estribos, dos de los cuales se prolongaron para conformar mediante un arco toral el espacio de la capilla mayor diferente del de los feligreses. La sacristía original es la del lado derecho de dicha capilla con una entrada que da al presbiterio y a la cual le fueron añadiendo otros espacios entre 1630 y 1779. En 1637 aparece Suta compartiendo padre doctrinero sólo con Tausa, pero cada uno de los pueblos tiene sus propios templos y ornamentos.
Probablemente la primera adición al templo fue el baptisterio junto a la antecapilla después de 1630. En el siglo XVIII se añadió la nueva sacristía para que la antigua pasara a ser la capilla de San Juan Bautista o de Nuestra Señora, la que en 1779 contaría con un camarín adosado; por esta época también se construiría la capilla para cofradía al otro lado del presbiterio. La torre del campanario data de 1819 por iniciativa del cura Pedro José Nieto Forero, y también del siglo XIX es la ampliación del baptisterio. Existe también la teoría de que la capilla lateral izquierda está consagrada a San José, en ella hay una inscripción de 1825.
En el siglo XVII se construyeron capillas posas en varios pueblos de indios del altiplano, sin embargo sólo en Sutatausa se puede aún leer el conjunto con una capilla en cada esquina de la plaza. No hay certeza de cuándo fueron construidas las capillas, aunque se sabe que una de ellas es una reconstrucción y que la pintura mural contenida en ellas data del siglo XIX. Su principal función ha sido, desde la tradición católica, ser altares provisionales en los que se posa la imagen santa o para que el sacerdote haga una pausa, en las procesiones. En los pueblos de indios de la Colonia se ha documentado otro uso que fue servir de espacios de doctrina para niños y niñas separadamente. A principios del siglo XX velaban a los muertos en ellas y últimamente se utilizan en las ceremonias del Corpus Christi.
Sutatausa se ubica en terreno inclinado a la derecha del río Suta en su parte alta, donde el valle es más estrecho. Está encerrado por el conjunto de montañas de Tausa, que dejan abierto el boquerón de Tausa o de Tierra Negra por el cual Santafé se comunica con el valle de Ubaté.
DOTACIÓN ARQUITECTÓNICA
La iglesia contiene el programa arquitectónico con un carácter pedagógico para la conversión de los indígenas, caracterizado por el atrio sobreelevado con respecto a la plaza que la antecede, la anteiglesia o soportal donde se recibía la doctrina, flanqueada por el baptisterio por un costado y por un campanario de tres niveles en el otro. Tiene una sola nave principal, el presbiterio o capilla mayor sobreelevada detrás del arco toral que marcaba una franca separación entre los dos espacios; así mismo la sacristía adosada a la capilla mayor y un coro. Las capillas laterales conforman los brazos de la cruz como lo establecían las condiciones iniciales al estipular dos altares colaterales. Su cubierta es a dos aguas, incluso en las capillas laterales, rematadas con camarines en sus extremos.
Entre 1990 y 1998 fue objeto de una restauración a cargo del arquitecto Gustavo Murillo junto con el restaurador de murales Rodolfo Vallín, que tuvo como fin recuperar la cubierta, pisos, murales, puertas, ventanas y bienes muebles, como figuras de santos, óleos y documentos. En 1990 fueron encontradas en sus muros interiores pinturas del siglo XVII que habían sido cubiertas varias veces a través de los años. Encontraron ocho murales con escenas como la del viacrucis, la última cena y la oración en el huerto de los olivos, de autor desconocido. Entre las escenas más importantes está la del dibujo de una mujer en actitud devota, o la inscripción “Pintose este juicio a devoción del pueblo de Suta siendo cacique don Domingo y capitanes don Lázaro, don Juan (…), don Juan Corula y don Andrés en el año 16(…)”. Según el restaurador: “Este templo tuvo tres capas de pintura mural. La primera, fue de rayas y flores de colores; la segunda, de flores, y la tercera, la del siglo XVII, de temas religiosos”. “Adicional a las pinturas murales se encontró una colección de esculturas, óleos, obras sobre papel y una serie de retablos en madera que, en el siglo XVIII reemplazaron la pintura mural. Por ejemplo, el retablo mayor de color dorado, que estaba en el muro testero, se restauró y se le hizo una estructura de metal especial para poder sostenerlo y separarlo de la pared donde se encontró una pintura mural alusiva a la crucifixión” (El Tiempo, 20 de junio de 1998).
TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS Y MATERIALES
Sus cimientos son ciclópeos con mortero de cal y arena, con sobrecimientos del mismo material. Sus muros estarían construidos en tapias con rafas de ladrillo y piedra, enrasados con ladrillo dispuesto con una cornisa y encalados. Sobre el enrase descansa una cubierta en par y nudillo con el repertorio de su estructura completo (soleras, canes, tirantes, cumbrera y cuadrales).
La puerta está definida por un vano ortogonal con dintel de madera y una portada con arco en mampostería de ladrillo de medio punto como lo establecieron las condiciones iniciales, igual que sus vanos de ventana con derrames para asegurar la correcta iluminación, rematados por dinteles.
Nivel de protección
Estado de conservación
Observaciones
4.- FUENTES DE INFORMACIÓN
4.1. BIBLIOGRAFÍA
ALMANSA MORENO, José Manuel. “Pintura mural en los templos doctrineros del Altiplano Cundiboyacense.” En Atas do IV Congresso Internacional do Barroco Íbero-Americano, 173-192. Minas Gerais: Universidade Federal de Ouro Preto – Escola de Minas, 2008. https://rio.upo.es/xmlui/bitstream/handle/10433/5627/13_J_M_almansa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
ALMANSA MORENO, José Manuel. Pintura mural en el Nuevo Reino de Granada. Vol. 18, Sevilla, Enredars, Universidad Pablo de Olavide, 2021.