1.- IDENTIFICACIÓN
DENOMINACIÓN
IGLESIA DE DUITAMA
OTRAS DENOMINACIONES
CATEDRAL DE SAN LORENZO
CLASIFICACIÓN
ARQUITECTURA
DATOS CRONOLÓGICOS
1603-1873
AUTORÍA
GASPAR DE PARADA
PAÍS
COLOMBIA
DEPARTAMENTO / PROVINCIA / ESTADO
BOYACÁ
LOCALIDAD
DUITAMA
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2.- GEORREFERENCIACIÓN
Coordenadas Google Maps:
Latitud: 5.828551003450408
Longitud: -73.03415260197141
Imagen aérea vertical / Plano de Localización
Imágenes
3.- DESCRIPCIÓN
PUEBLO DE INDIOS
El oidor Luis Henríquez realizará la inspección de Duitama en el año 1602 concluyendo que los naturales reducidos allí, a diferencia de otros pueblos del entorno, estaban siendo evangelizados y recibían doctrina de manera continuada durante todo el año por parte de su doctrinero, llamado por aquel entonces Cristóbal de Senabria, o quizás Sanabria. No obstante, a nivel de poblamiento, los indios sujetos a ese repartimiento seguían viviendo de forma dispersa, sin estar el terreno organizado según cuadrícula.
El 16 de febrero de ese mismo año se emite el auto de población de Duitama de la mano de Henríquez, auto que debía llevarse a término en el plazo de 40 días. Así ordena que: “todos los yndios sujetos y perteneçientes al dicho repartimiento de Duitama se junten y pueblen y hagan sus casas y buhíos en lo mejor, más seco y acomodado del dicho pueblo y más çercanos a la yglesia, señalando las calles derechas y limpias de seis varas de ancho, dándoles a entender a todos que an de vivir juntos y an de permanezer y asistir en la poblazón del dicho pueblo por ser lo que mas les conviene”1.
El resultado sería un pueblo trazado en retícula, con las calles cortadas en ángulo recto y una anchura de calles de seis varas, en cuyos márgenes se delimitarían los solares donde se construirían los bohíos de los naturales. Un lugar preferente estaba reservado para la iglesia doctrinera que ocuparía un solar céntrico y de fácil acceso a toda la comunidad.
Para garantizar la permanencia del pueblo y el asiento definitivo de las familias se hizo especial hincapié en la necesidad de que las condiciones medioambientales fuesen idóneas y las materias primas abundantes y de fácil obtención. Además, entre otras cosas, debían procurar que las calles estuvieran desherbadas y siempre limpias. En este sentido se detectó un problema de humedad, causado por un arroyo que empapaba la tierra. Para solventarlo, Henríquez propuso la construcción de una acequia y una zanja que condujera el agua, lo más limpia posible hasta la plaza principal del pueblo, lo que, por otra parte, mejoraría los servicios a sus habitantes. El responsable de realizar esta obra sería el juez poblador con la aprobación de su clérigo, Cristóbal de Senabria:
“… y porque su merçed es ynformado que por el dicho pueblo pasa un arroyo del agua, la qual ocupa y enpantana la tierra por no se aver hecho una azequia para cuyo remedio comete al poblador que será nombrado que con parezer del padre Christóval de Senabria clérigo, presbítero, cura del dicho pueblo haga hazer una azequia y zanja tomando el agua por lo alto y encaminándola por ella // [714v] de forma que con limpieza se traiga a la plaza del dicho pueblo para el servizio de él”